Lectura y resumen
sintético de Gregorio Colás Latorre, “Pluralidad formas políticas en Europa”
(“Italia”), en A. Floristán (coord.), Historia Moderna Universal,
Madrid, Ariel, 2002, cap. 6, pp. 163-170.
Esta introducción
tiene dos partes diferenciadas: Una perspectiva general, y pincelas posteriores
sobre algunos de los principales conglomerados políticos.
En
la perspectiva general entendimos que podíamos leer los ‘tiempos’ de Braudel.
Esto es:
a)
Un tiempo largo, aludido mediante la cita de Metternich “Italia era a
comienzos del XVI una expresión
geográfica”. Se puede asociar que era una especie de proyecto sobre la base
de una geografía (pero la expresión no es más clara).
b)
Un tiempo medio. La situación económica era altamente favorable: próspera
agricultura, industria pañera y de la seda, comercio poderoso. Además, sobre
todo la banca genovesa representaba el capitalismo internacional. Apoyo a las
artes. Es decir, situación inicial de prosperidad y florecimiento (sobre todo a
partid de la paz de Lodi (1454).
c)
En el tiempo cort0, Italia carecía de la más mínima unidad política.
Aproximadamente veinte estados diferentes, agrupados en pequeñas repúblicas,
ducados, marquesados,… Sólo los que va a citar a continuación tenían verdadera
entidad territorial y política.
Por
lo tanto, Italia constituía una verdadera tentación para otros monarcas ambiciosos
el tratar de hacer conquistas debido a intereses y “facilidades”:
- La buena situación de base inicial.
- La autoridad detentada por príncipes descendientes de condoittieri. Por tanto, rencillas y rivalidades internas.
- Luchas y cambios de alianzas entre esos estados pequeños.
De
las notas sobre los estados de mayor entidad destacamos aquí:
Se extendías a ambos lados de
los Apeninos (es decir, suficientemente grandes). Pero el poder de los papas
era menos sólido de lo que se le supone. Tenía mucho de ‘nominal’. Estaban en
manos de los condottieri, o de cardenales de muy alto rango (los Colonna, los
Orsini,…). Y cierto espíritu ‘republicano’ en la ciudad de Roma. Aunque
Alejandro VI y Julio II intentaron imponer su autoridad, no lo consiguieron. Si
tuvieron importancia en los acontecimientos internacionales del momento.
La más poderosa de las
repúblicas aristocráticas. Con un cierto imperio colonial (Creta, Chipre).
Gobernada, y bien, por una especie de
senado más abierto y muy amplio (dos mil miembros). Disponía de gran ejército,
fue la mayor potencia militar de la región. Se enfrentó al Turco. Y perdió. Y
sufrió la competencia en los negocios de las Islas Orientales y la pérdida del
dominio del mercado de las especies (por los portugueses y holandeses.
Milán
Es la pieza más disputada de
Italia: por Carlos V, por el papado, por los franceses. Los Sforza era la
familia dominante.
Florencia
Regida por los Médici, que le
dieron una cierta estructura mucho más eficaz a base de Consejos,… Y gran
mecenazgo para las artes.
Ducado de Saboya
Prácticamente el autor no lo
considera italiano por su geografía (los Alpes, colindante con Francia). Por
supuesto, también fue intervenida de un modo u otro por Francisco I.
El reino de Nápoles
Fue español, Fernando el
Católico, desde comienzos de la centuria (1504). Subraya el autor, sin mayor
explicación, que la estructura era la más feudal de todas (por influencia de lo
español?).
No
directamente en estas páginas, sino en otras, se encuentran algunas referencias
a que más que ‘territorios’ en Italia hay que atender al concepto
ciudades-estado.