viernes, 26 de abril de 2013

El Concilio de Trento y la Contrarreforma

Para explicar el origen del Concilio de Trento y la Contrarreforma debemos citar a Martín Lutero. Este fraile y teólogo nacido en el Sacro Imperio Romano Germánico a finales del siglo XV, sostenía que la Iglesia debía modificar sus perspectivas y centrarse más en las enseñanzas de la Biblia. Durante esa época la Iglesia empezó a vender indulgencias, lo que algunos, como él, vieron como algo que podía provocar que la población se distanciara de la verdadera fe. Como consecuencia, Lutero publicó en 1517 sus 95 Tesis, donde condenaba estos comportamientos poco morales de la Iglesia. Cabe citar la importancia de la imprenta, puesto que su pensamiento se extendió por Alemania y Europa con bastante rapidez gracias a ella.

Martín Lutero

Finalmente, tras intentar sin éxito desde el papado que Lutero cambiase de parecer y rechazase lo que había promulgado, fue excomulgado unos años después. De todos modos sus ideas se habían extendido más y más, con lo que la Iglesia decidió llevar a cabo una serie de reformas para proteger al catolicismo. En diciembre de 1545 se convocó un concilio en Trento, Italia. Duró casi veinte años, hasta diciembre de 1563.

Se reafirmaron ideas anteriores, como los siete mandamientos o el celibato de los clérigos. Algo que también se trató fue que para lograr la salvación, los creyentes además de tener fe, debían demostrarlo por sus obras. En cambio, para Lutero la fe era suficiente. Es una idea que choca un poco con lo que él defendía, pues si sólo es necesaria la fe, entonces la Iglesia no estaba cometiendo faltas al vender indulgencias, puesto que las obras no importan. También se incluyeron novedades como la Inquisición, aunque ya existía anteriormente, pero ahora tenía un carácter más oficial. En definitiva, las consecuencias de este concilio fueron por así decirlo unos nuevos sentimientos católicos mucho más fuertes para luchar contra el protestantismo y lo que se consideraba herejía.


Todo este nuevo movimiento es lo que conocemos como Contrarreforma, es decir, la reforma católica como respuesta a la reforma protestante que Martín Lutero había propuesto. Algunas consecuencias a nivel cultural fueron la quema y prohibición de numerosas obras consideradas herejes, incluidas en el Index de libros prohibidos. También hubo cambios en las costumbres de la sociedad al impulsar ciertas fiestas católicas, como el Corpus, y tratar de prohibir fiestas de carácter estacional y de bases paganas. El Concilio de Trento y la Contrarreforma fueron sin duda un punto clave en la historia de la Iglesia y del mundo, ya que muchos de los valores que hoy en día siguen vigentes se decidieron entonces.


 Fuentes: http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/6668.htm, Wikipedia.

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